A la hora de diseñar un plan estratégico exitoso para una organización u empresa, es necesario tener en cuenta varios factores. Las distintas capacidades y habilidades del personal, la calidad humana de quienes allí trabajan, la innovación constante y la presentación de productos o servicios novedosos son solo algunos.
Existe otro pilar fundamental, que desarrollaremos a continuación, llamado resiliencia empresarial. Es menester acudir a su origen etimológico para poder alcanzar una idea más acabada sobre este concepto. Hablaremos de la resiliencia, palabra que tiene su origen en la lengua latina, en donde el verbo “resilio” hace alusión a la capacidad de “saltar hacia atrás, rebotar”. Este término se aplicó originalmente en relación a propiedades de materiales resistentes a un impacto, que no se quiebran, sino que se mueven para esperar que pasen los problemas y luego se re-acomodan.
Para ejemplificarlo podemos pensar en el junco, esa planta de largos tallos verdes y hojas filosas que frente a fuertes vientos puede llegar a doblarse quedando en línea horizontal al suelo, pero sin quebrarse. Veamos porqué la resiliencia es un factor clave en el desarrollo empresarial.
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Un factor clave
Un factor primordial para tener éxito en el mercado es la capacidad de adaptación a nuevos escenarios, la resolución de problemas y la flexibilidad para la innovación. Todo esto puede resumirse en el concepto de resiliencia empresarial. La resiliencia empresarial es la capacidad que tiene una organización u empresa de sortear las dificultades que se le presenten, dando respuesta con ideas creativas y soluciones prácticas.
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Cómo lograr la resiliencia empresarial
Existen muchas maneras de ser resiliente y de potenciar esa característica en una empresa. El factor humano es fundamental. Se trata de poner en un primer plano a los trabajadores, dejando en segunda instancia las cuestiones estructurales y burocráticas. Es decir, una empresa resiliente es aquella que entiende que sus avances y logros se pueden dar gracias a sus empleados, a su creatividad, disponibilidad y cooperación.
Para lograr la resiliencia empresarial es fundamental que los trabajadores se sientan cómodos, validados y respetados dentro del ambiente laboral. Para esto, debe fomentarse la cooperación y colaboración, el diálogo y el debate, y los buenos tratos tanto entre pares como para con los puestos jerárquicos.
Si bien el lado humano de una empresa es un pilar fundamental, no es el único. Para alcanzar la resiliencia y potenciarla será necesario también contar con equipos de trabajo que propongan y desarrollen conceptos innovadores y resolutivos. Que tengan capacidad de improvisar, y en caso de presentarse algún problema o situación inesperada, puedan resolverlo sin mayores dificultades. Que sean previsores, para evitar la mayor cantidad de conflictos posibles.
Muchas veces en las organizaciones o empresas debe trabajarse bajo presión, con contratiempos. Para llevar esto de la mejor manera posible, es necesario fomentar la resiliencia empresarial, buscando y formando líderes capaces de disolver esas tensiones, transformándolas en parte del trabajo cotidiano, alivianando la presión de sus colegas.
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Por qué es importante la resiliencia empresarial
La resiliencia empresarial es un aspecto o característica fundamental para poder desarrollar los climas de trabajo necesarios para tener éxito en los objetivos trazados. Esta característica dará a la empresa las herramientas necesarias para superar todas las dificultades que se le puedan llegar a presentar.
Es necesario hace una distinción entre resiliencia y resistencia. Estos dos conceptos muchas veces se confunden o son tomados como sinónimos, cuando no lo son. La resistencia es la fuerza con la que se soportan las dificultades, el soporte. Pero es finita, se agota. Luego de sufrir muchas dificultades, una tras otra, es probable que la resistencia se termine, y con ella caigan los proyectos empresariales.
Por el contrario, la resiliencia es la capacidad de adaptación al cambio, no implica soportar, sino adaptarse, crear, reinventarse. De manera opuesta a lo que sucede con la resistencia, cuantas más dificultades se presenten en una empresa u organización, mayores serán sus aprendizajes si se logra la resiliencia. Mayor capacidad resolutiva y creativa adquirirá un equipo que se ve sometido a constantes cambios y situaciones problemáticas.
Por todo esto es que la resiliencia empresarial es tan importante. Porque hará que los equipos de trabajo que conforman a una empresa u organización adquieran cada vez más herramientas y mayores destrezas para superar los obstáculos que puedan llegar a presentarse, presentando y desarrollando ideas cada vez más creativas, innovadoras, eficaces y prácticas.
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Capacitaciones que necesita una empresa
Existen muchos tipos de capacitaciones necesarias en una empresa ya que sirven para mejorar el desarrollo de los productos y/o servicios que la organización ofrezca en el mercado, dar más herramientas a sus trabajadores, generar climas laborales adecuados a los fines prácticos de la organización, brindar espacios de enseñanza y aprendizaje significativos entre las personas que la integran.
Entre todas las capacitaciones que pueden realizarse, fomentar la resiliencia empresarial se encuentra entre las más fundamentales y principales. Equipos de trabajo resilientes harán que trabajar se vuelve una actividad más práctica, creativa y placentera para todos.
La resiliencia es un estado que se aprende, que se ejercita y fomenta. No es fácil ni se produce de un día para el otro, pero una vez que se alcanza, favorecerá en muchos aspectos el desarrollo profesional de una empresa y sus trabajadores.
Gracias a la resiliencia empresarial se evitará la frustración ante cambios y dificultades. Si una empresa adopta esta actitud es seguro que sus trabajadores podrán sentirse menos presionados en momentos de incertidumbre y sabrán resolver con mejores herramientas los problemas. Ser una empresa creativa, innovadora y resolutiva depende en gran parte de su actitud frente a los cambios: una empresa resiliente sortea las dificultades, una empresa que no lo es, se ahoga en un vaso de agua.
Para fomentar la creatividad, la practicidad y la capacidad resolutiva de los equipos de trabajo, cualquier empresa u organización deberá adoptar una actitud resiliente.