¿Qué es el mentoring y cómo implementarlo a nivel empresarial?

Los tiempos cambian y junto a esos cambios, las sociedades avanzan también. Son muchos los conceptos antiguos que dieron paso a nuevas ideas. Las distintas maneras de aprender, por ejemplo, han ido variando muchísimo con el paso de los años. 

La manera en que se creaba y funcionaba una empresa en el pasado ya no representa lo que sucede en la actualidad. Así como los modos de enseñar y aprender han ido variando, lo mismo ha sucedido con el trato y el lugar que ocupaban los integrantes de una empresa y el que ocupan ahora.

Son muchos los cambios que han experimentado las empresas con el correr del tiempo. Antes las rutinas laborales estaban determinadas por relaciones más asimétricas y verticales. Actualmente, si bien las estructuras jerárquicas siguen estando presentes, no se siguen reproduciendo aquellos vínculos laborales tan asimétricos.

Para dejar de lado aquellas prácticas improductivas y dar paso a nuevas formas de entender la producción empresarial, se han implementado diversas herramientas, como por ejemplo el mentoring. En este artículo, vamos a contarte qué es mentoring, haciendo una referencia a él y analizando sus características y beneficios. 

  • Qué es el mentoring

El mentoring es un tipo de relación profesional, a través de la cual una persona con mayor experiencia en determinada área, comparte sus conocimientos y asesora a alguien que también trabaja allí, pero tiene menos experiencia.

Mentoring es el término en inglés que designa al concepto de Mentoría en español. El mentoring puede darse en distintas situaciones de la vida, de manera personal, profesional, educativa, etc. Una persona puede, por ejemplo, solicitar un mentor para potenciar sus capacidades y competencias en diferentes áreas.

  • Cuándo se utiliza

Esta metodología de vínculos profesionales se puede usar en diversas situaciones. Podemos distinguir en principio cuatro grandes grupos de mentoring: para empresas, en educación, para personas y en una comunidad. 

  • En educación 

El mentoring en educación se utiliza para desarrollar mejor las competencias y habilidades del aprendiz, también llamado mentee, quien es asesorado y guiado por una persona con mayor experiencia, el mentor.

Muchas veces una persona que se encuentra estudiando (no importa en qué nivel ni en qué disciplina) se siente frustrada o “atascada” en algún aspecto. En ese caso, entra en juego el rol del mentor, que permite destrabar esa situación, compartiendo su experiencia y guiando al mentee en un vínculo dialéctico de aprendizaje continuo.

  • Personal 

El mentoring para personas es usado cuando alguien desea expandir sus habilidades o conocimientos, o potenciar algunos aspectos que ya haya puesto en juego. Así, por ejemplo, una persona emprendedora puede solicitar la ayuda de un mentor para potenciar su negocio.

El mentor brinda las herramientas necesarias para poder ir encontrando de manera dialéctica las herramientas que hagan falta para potenciar aquellas competencias que la persona desee impulsar. 

  • En comunidad

En el caso de una comunidad, el mentoring se esgrime para poder desarrollar mejor las competencias grupales, apuntando a un objetivo en común. Allí, el grupo total comparte con el mentor sus intereses y sus expectativas para trabajar juntos en pos de un objetivo.

  • Mentoring en empresas

Por último, el mentoring en empresas puede usarse en diversas circunstancias. Puede usarse para capacitar a los empleados de las distintas áreas, para fomentar la interacción entre pares y para potenciar la comunicación interna, fortaleciendo los vínculos laborales.

Este tipo de prácticas trae consigo muchos beneficios que se verán reflejados en la productividad y competitividad de la empresa. 

Una empresa puede contratar a un mentor para potenciar las habilidades de los líderes, desarrollando perfiles de líderes conscientes, que sepan aprovechar mejor los recursos y potenciar las habilidades de cada integrante.

Por otro lado, el mentoring puede utilizarse también entre distintos puestos senior y junior, compartiendo sus experiencias y generando diálogos de aprendizajes dialécticos y constantes. Es muy enriquecedor para los trabajadores y para la empresa en general contar con este tipo de experiencias, que amplíen el horizonte profesional de los equipos de trabajo.

Además, el mentoring permite generar una memoria colectiva de la empresa en donde se agrupen todos los conocimientos de sus diferentes integrantes, armando un mapa de conceptos que puedan transmitirse a nuevos trabajadores.

  • Objetivos del mentoring

Los objetivos del mentoring se trazan conjuntamente entre el mentor y el mentee. Quien solicite la ayuda de un mentor, compartirá con este sus expectativas de logro y los objetivos que desea alcanzar a largo plazo, para que el mentor pueda estructurar los pasos a seguir para alcanzar la meta.

El mentoring sirve para alcanzar objetivos a mediano o largo plazo. Los objetivos a corto plazo generalmente son trabajados por medio del coaching, otro tipo de práctica similar, pero que guarda algunas diferencias con el mentoring.

En el coaching, el coach orienta de manera unidireccional a la persona coacheada, mientras que en el mentoring, mentor y mentee trabajan juntos de manera dialéctica, apoyándose en la experiencia del mentor.

  • Características del mentoring

Dentro de esta práctica, o tipo de relación profesional, existen una serie de características identificadoras. Hay cuatro elementos que son imprescindibles para llevar adelante una práctica de mentoring correcta: respetar los principios esenciales (escuchar, preguntar, luego hablar); participación activa del mentee; guía participativa del mentor; y confidencialidad en el proceso.

Para que un mentor pueda ejercer bien su rol, deberá tener en cuenta los principios fundamentales de escuchar en primer lugar al mentee, preguntar luego para guiar el proceso y no sacar conclusiones apresuradas y por último, hablar de acuerdo a lo escuchado anteriormente.

La participación activa del mentee supone que éste no cumpla un rol pasivo en donde sólo el mentor participa y orienta las actividades. El mentee debe poder opinar y sugerir ideas y acciones, por supuesto respetando la experiencia del mentor.

La guía del mentor deberá ser activa y respetuosa, pero no deberán confundirse los roles: es el mentor quien guía al mentee y no al contrario.

Por último, es clave respetar la confidencialidad del proceso de mentoring, para generar confianza y seguridad en el trayecto

 

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