El método lean, es el arte de hacer más con menos: producir más resultados (en términos de beneficios reales y satisfacción del cliente, ciertamente no en términos de métricas vanidosas como la facturación) minimizando cualquier desperdicio de recursos humanos y materiales, económicos. Un camino que puede revolucionar tu negocio, sin gastar un solo dólar en comprar nuevos materiales o máquinas. Todo se basa en optimizar lo que ya tienes. Es decir, el capital en todas sus formas.
Introducir el pensamiento lean o lean thinking, significa desarrollar una cultura, una mentalidad, un enfoque, una forma de ser orientada al bienestar y la productividad en la empresa.
Por lo tanto, no se trata simplemente de una serie de acciones a poner en práctica para obtener buenos resultados desde un punto de vista operativo. Pero aumentando la competitividad de su empresa mientras mejora el bienestar personal y profesional (y por tanto la eficacia y eficiencia) de sus colaboradores.
Este es un paso imprescindible para cualquier realidad empresarial que se aprecie, desde nuestro punto de vista: no puedes pensar en realmente poder mejorar a largo plazo y con bases sólidas si te limitas a introducir modificaciones, maquinaria, soluciones desde arriba, sin involucrar adecuadamente al personal.
¿Cómo aplicar la metodología Lean en la empresa?
El primer paso para aplicar la metodología LEAN, hay que definir las actividades de valor agregado para el cliente, es decir, la actividad que el cliente está dispuesto a pagar. Aumentar el valor añadido a través de actividades; esto significa una mejora continua basada en pequeños pasos.
Todo lo que no sea valor agregado debe ser reducido o eliminado. ¿Cómo sucede todo esto? De acuerdo con el método Lean, se procede analizando cuidadosamente la situación de partida y sobre todo, teniendo claros los principales tipos de residuos a encontrar y eliminar. Aquí hay algunos:
- Elimine más mecanizado del necesario.
- Redefine los movimientos para evitar los innecesarios.
- Restablezca los cambios de material innecesarios.
- Reducir la mercancía en stock tanto como sea posible.
- Eliminar el mecanizado innecesario.
- Cero desperdicio de habilidades intelectuales.
- Eliminar la sobreproducción.
Este último punto es decisivo porque abre la puerta a una nueva forma de entender la productividad. Es decir, cambiar de lógica.
La implementación de técnicas lean
Para que todo esto encuentre una aplicación concreta, es necesario un trabajo diario y constante. Todos deben colaborar en la mejora continua y entre las herramientas que conforman los cimientos del método Lean se encuentra la técnica de las 5S. El cual se divide en puntos aparentemente fáciles de aplicar. Pero que a menudo en realidad se convierten en verdaderos desafíos:
- Seiri: Separando lo que necesitas de lo que no es funcional (Clasificación).
- Seiton: Poner en orden todo lo que es útil (Orden).
- Seiso: Limpiar y mantener ordenado el lugar de trabajo (Limpieza).
- Seiketsu: Sistematizar el trabajo en metodologías repetitivas y canonizadas (Mantenimiento)
- Shitsuke: Difundir la forma de pensar y actuar de una manera que sea omnipresente (Disciplina).
Aplicabilidad del método lean en la empresa
En primer lugar, considera muy bien quién te ofrece rutas según el método Lean. Este es, simple y directo de aplicar, una vez que lo ha metabolizado profundamente y lo ha entendido. Pero si se aplica superficialmente, no solo resulta engorroso sino que incluso puede llegar a empeorar la situación empresarial, especialmente en pequeñas y medianas empresas que tienen características específicas y peculiares. Puede incluso ser un momento para encontrarse invadido por procedimientos inútiles, etiquetas de colores colgadas en las paredes y sin resultados de mejora en sus ganancias o en la estructura de costos de su empresa.
Si quieres acelerar el tiempo para retomar el rumbo y optimizar tu empresa, es recomendable que contactes con un consultor externo para que te ayude.
Aquí algunos pasos a seguir que te ayudaran a implementarlo:
- Especificar el valor del punto de vista del cliente final por familia de productos/servicios.
- Identificar todos los pasos en el flujo de valor para cada familia de productos, eliminando cuando sean posibles los pasos que no crean valor.
- Asegúrese de que las fases de creación de valor ocurran en estricta secuencia para que el producto fluya fácilmente hacia el cliente.
- A medida que se introduce el flujo, permita que los clientes obtengan valor del próximo negocio;
- Cuando se especifica el valor, se identifican los flujos de valor, se eliminan los pasos desperdiciados y se introduce el flujo y la extracción, se vuelve a iniciar el proceso y se continúa hasta llegar a un estado de perfección, donde se crea el valor perfecto sin desperdicio.
Los beneficios tangibles de la metodología Lean
Conocer la metodología Lean puede ser fundamental para el destino de cualquier empresa. Es necesario que la empresa conozca de antemano las necesidades potenciales de los clientes y disponga de todos los recursos necesarios para satisfacerlas, sin excesos de producción. No más documentos innecesarios para acumular y no más mercancías en stock.
Una buena empresa se da cuenta de las necesidades continuas de su cliente. Cada sector puede considerarse un cliente para el otro. El objetivo final es producir solo lo necesario para aumentar la productividad, además de permitir que los empleados y colaboradores operen en perfectas condiciones.
Según este método, la producción debe ser tratada en cada detalle, con una reducción total de cualquier forma de desperdicio. Por lo tanto, es necesario ponerse a trabajar para que una empresa pueda beneficiarse de este sistema y apreciar de inmediato su potencial y continuar creciendo.
Conclusión
Como has visto, la metodología Lean es una forma de optimizar personas, recursos, esfuerzo y energía para crear valor para el cliente. Se basa en dos principios rectores: la mejora continua y el respeto por las personas.
Equipos de todo el mundo, desde ventas hasta desarrollo de software, están utilizando la metodología Lean para brindar más valor a sus clientes de manera sostenible, al mismo tiempo que construyen organizaciones más saludables y resistentes.