En la actualidad, las competencias laborales son la principal carta de presentación a la hora de postularse a un empleo o solicitar un ascenso. Tener este tipo de destrezas marcan la diferencia en los procesos de selección de personal. Por ello, hoy te contamos de qué se tratan y cuáles son las más solicitadas en el mercado actual.
Entre los diferentes tipos de competencias laborales, las concretas son las que se refieren a un oficio o competencias profesionales específicas. Por ejemplo, el vendedor necesita tener inteligencia emocional, de modo que pueda ofrecer un trato profesional y personalizado al cliente.
También, dentro de Recursos Humanos, poder distinguir y tener claro cuáles son las competencias que se piden a todos los empleados es necesario para contratar el candidato adecuado.
Dicho lo anterior, ha llegado el momento de conocer cuáles son los tipos de competencias laborales que tienen una mayor demanda.
Curiosamente, la mayoría tienen mucho que ver con la actitud, ya que la aptitud con un plan de formación se puede mejorar y cambiar de manera fácil, pero la actitud no. Y esta es clave para tener una plantilla motivada y con buen espíritu de equipo. Veamos entonces cuáles son:
1. Saber trabajar en equipo
Saber trabajar bien en equipo es una de las competencias en el empleo más apreciadas en una persona. Si el candidato tiene la habilidad de interactuar de manera adecuada y eficiente con su equipo, de rendir al máximo, de adaptarse a sus diferentes compañeros, el trabajo será más exitoso y productivo.
Alguien que sabe trabajar en conjunto es capaz de delegar, de reconocer el trabajo ajeno y de empatizar con los otros miembros del grupo. Además, debe llegar a acuerdos y generar conversaciones que garanticen una correcta resolución de conflictos y malentendidos.
2. Tener iniciativa
La iniciativa es de esos tipos de competencias laborales que está relacionado con la pasión del individuo. Un individuo con iniciativa, en general, es de los que más compromiso sienten con la empresa, además de sentirse parte de ella.
La creatividad, ser capaz de innovar y tener iniciativa para comunicarlo e implementarlo es una peculiaridad de enorme valor para cualquier empresa. Es muy común que los colaboradores con iniciativa incrementen la productividad.
Aunque para fomentar este tipo de competencia laboral, es preciso que la propia compañía garantice un ambiente de trabajo y canales adecuados. La pasión requiere de mucho tacto, pues con facilidad una mala decisión puede apagar el ímpetu y la energía con que un trabajador da más de lo que se espera de él.
3. Saber tomar decisiones
Un empleado ideal tiene que saber tomar decisiones con rapidez, sin sesgos, y de la forma más ágil posible. Esto es un requisito crítico en los puestos que cuentan con cierto grado de responsabilidad. También esta competencia laboral está asociada a la organización y capacidad de estructurar el trabajo de la persona.
4. Capacidad de aprendizaje
Como ya habíamos mencionado, la aptitud se enseña, mientras que la actitud no. No obstante, es necesario que el asalariado sepa y tenga ganas de aprender; es decir, adquirir esos nuevos tipos de competencias laborales de manera efectiva.
Para aprovechar esta habilidad profesional, los negocios deben tener en cuenta que la capacitación interna es clave y se debe garantizar. Esto te permitirá crecer como compañía y motivar a los trabajadores.
5. Flexibilidad y adaptación al cambio
Otros de los tipos de competencias laborales mejor apreciados son la flexibilidad y adaptación al cambio. Las circunstancias cambian con frecuencia y las empresas crecen, cambian, evolucionan, y están obligadas a adaptarse. De la misma manera, sus trabajadores también han de hacerlo.
No solamente se trata de lidiar con el cambio, las nuevas condiciones, la frustración o las negativas de la vida en general y del trabajo, sino de poder hacerlo lo más rápido posible. Además, si un empleado es capaz de salir de su zona de confort, aprenderá y se desarrollará con mayor facilidad. Esta es una excelente actitud para mejorar en tus rasgos profesionales y personales.
6. Comunicarse de forma efectiva
Esta habilidad es muy importante, pues si poseemos las competencias relacionadas con el empleo e interpersonales anteriores, pero no somos capaces de transmitirlas de una manera efectiva, poco nos vale. Un buen profesional debe saber transmitir sus ideas y hacerlas llegar a las personas adecuadas lo más asertiva y objetivamente posible, sobre todo, si se trata del líder de algún equipo.
Entonces es imprescindible contar con las herramientas comunicacionales para tener la capacidad de poner en marcha planes, acciones y estrategias contando con todas las partes.
A la par de poder comunicar, es necesario poseer el don de una escucha activa. Un elemento positivo al momento de recibir retroalimentación de opiniones o críticas constructivas.
7. Responsabilidad
Sin importar el puesto y las tareas inherentes al rol que se ocupe, se trata de una capacidad laboral muy valorada por las empresas.
Esto incluye detalles tan sencillos como el cumplir con el horario de trabajo o no tener conductas que pongan en peligro la seguridad propia ni la de los colaboradores. Estas son cuestiones que pueden parecer obvias, pero deben tenerse en cuenta.
Pero si vamos un poco más allá, también tiene que ver con la responsabilidad del trabajador con la organización en un sentido más amplio: no revelar ciertas informaciones, nivel del compromiso, la defensa de la imagen de la marca, etc.
Como puedes ver, los principales tipos de competencias laborales que solicitan o buscan los reclutadores son aquellos que favorecen las relaciones interpersonales. A su vez, buscan de manera individual e independiente la superación de los límites tanto personales como profesionales.
En un equipo donde los miembros tengan las habilidades aquí listadas, casi siempre se desempeñarán en un ambiente laboral sano. Si eres reclutador, puedes tomar nuestra lista como referencia para saber qué buscar. En cambio, si eres un candidato o aspirante a un puesto, entonces ya sabes qué cualidades tienes que potenciar en tu currículum y tus entrevistas de trabajo.