Para todas las empresas es vital contar con herramientas y estrategias necesarias para optimizar el trabajo que se realiza. Las habilidades y competencias de sus empleados son uno de los pilares para el desarrollo empresarial, pero no basta con eso. Es necesario contar con líderes que puedan ejercer su rol de manera humana, empática y segura.
Hace algunos años comenzó a implementarse en el mundo empresarial el concepto de liderazgo consciente. Este término hace referencia a un tipo de líder, que se caracteriza por ser abierto a escuchar a sus colegas, que resuelve conflictos y situaciones complejas, que genera espacios de debates respetuosos y que es empático con los demás.
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Qué es el liderazgo consciente
Como mencionamos anteriormente, el liderazgo consciente es una manera de entender los roles en los equipos de trabajo de una empresa, que privilegia los buenos tratos, el respeto y la confianza. Se trata de contar con líderes que sepan resolver conflictos sin generar situaciones incómodas con el resto de los empleados, propiciando la escucha mutua y los buenos tratos.
Además, un liderazgo consciente implica saber asignar los cometidos adecuados para cada persona, apostando al trabajo grupal en pos de obtener resultados de manera rápida, eficaz y práctica. Esta estrategia de trabajo aporta grandes beneficios tanto a nivel personal como empresarial.
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Cómo funciona
Para comprender el funcionamiento de esta metodología de trabajo, es necesario tener en cuenta algunos aspectos. En primer lugar, un líder consciente es aquel que puede observar de manera atinada lo que ocurre a su alrededor y actuar en consecuencia. Es decir, es aquel que reconoce las fortalezas y las debilidades de un equipo y de cada uno de sus integrantes, ofreciendo herramientas y diseñando propuestas de trabajo para generar climas óptimos.
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Reconocer las necesidades
El líder consciente debe tener en cuenta las necesidades de la empresa, el equipo de trabajo y de cada persona que lo integra. En especial, debe estar atento a tres necesidades: las materiales, las afectivas y las cognitivas.
Las necesidades materiales hacen referencia a las cuestiones vinculadas con el espacio físico en donde se desarrollará una actividad. Es preciso contar con espacios diseñados especialmente para llevar adelante cada tipo de trabajo. Además, muchas veces en los equipos de trabajo son necesarios algunos recursos materiales para poder elaborar las tareas de acuerdo a los solicitado.
Las necesidades afectivas hacen referencia a los tratos humanos que recibe una persona. En el caso de una empresa y un equipo de trabajo, deberán primar los buenos tratos, la empatía y la solidaridad. Un líder consciente debe poder ponerse en el lugar de sus compañeros para interpretar la demanda o deseo que un otro le comunique. También debe brindar momentos de escucha, de reflexión y de experiencias compartidas que fortalezcan los vínculos y generen confianza entre compañeros.
Por último, las necesidades cognitivas son aquellas que involucran el deseo de conocer, de aprender. Nadie nace sabiendo y tampoco nunca nadie llega a saberlo todo. Es interesante analizar el camino recorrido y aprender de las experiencias de otras personas para desarrollar y potenciar el perfil profesional de una manera más completa y enriquecedora. El líder consciente es capaz de generar espacios de enseñanza y aprendizaje socialmente válidos y significativos, que aporten herramientas y potencien las competencias de los trabajadores.
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La importancia de los roles en un equipo
Un grupo de trabajo de cualquier índole necesariamente está conformado por personas con distintas personalidades, características, formaciones y experiencias de vida. Es importante contar con un líder que sepa reconocer las fortalezas de cada trabajador para poder repartir las tareas de la mejor manera, logrando que se alcancen los objetivos deseados.
Dentro de todo grupo humano, y específicamente dentro de todo equipo de trabajo, se pueden distinguir tres tipos de roles encarnados por diferentes personas: el rol social, el rol de acción y el rol mental.
El rol social lo desempeñan las personas más extrovertidas y resolutivas. Son las encargadas de motivar al equipo, de entablar y fortalecer los lazos interpersonales. Este rol sirve para motivar a las demás personas a llevar adelante su labor, cumpliendo los objetivos trazados. Otro aspecto característico de quienes desempeñan este rol es el de ser personas resolutivas y conciliadoras, que tienen la capacidad de resolver conflictos sin maltratar ni menospreciar a nadie.
El rol de acción lo llevan adelante las personas más detallistas y decididas del grupo. Gracias a su capacidad de observación, su impulso de concretar los encargos y su proactividad, estas personas son las que dan forma final a los proyectos, presentándolos de la mejor manera, con todos los detalles saldados.
Por último, el rol mental está a cargo de las personas más racionales y creativas. Ellas se encargan de presentar ideas innovadoras posibles de realizar. Además, impulsan el trabajo colaborativo, complementando entre sí las ideas de todos los integrantes.
Por supuesto que estos roles no son cerrados ni están definitivamente representados por un grupo específico de personas. Son roles que suelen ser intercambiables, que van mutando entre los diferentes trabajos según los objetivos por lo que en la práctica no pueden identificarse de manera tan definida como en la teoría.
Será tarea de un buen líder consciente identificar en cada caso qué integrante del equipo cumplirá qué rol, asignando tareas y dando herramientas para que eso sea posible. De todas maneras, puede y suele ocurrir que una persona cumpla más de un rol a la vez, dependiendo del trabajo que esté realizando en cada momento.
Teniendo en cuenta todo esto, se puede observar la necesidad de contar con metodologías de liderazgo positivo en una empresa. Junto con las distintas capacitaciones que se realizan para mejorar el rendimiento de los empleados, contar con la presencia de un líder consciente es un factor fundamental para lograr los objetivos propuestos.
Liderazgo consciente, capacitación de los equipos y buen clima laboral, dan como resultado una empresa exitosa.
